La floración de las violetas, la cual se produce durante  el periodo de otoño y en los periodos suaves del invierno, puede llegar a ser realmente excepcional si añadimos una gota de un ingrediente natural.

Para descubrir esta increíble solución, sólo tienes que seguir leyendo el artículo y descubrir de qué producto natural se trata.

Violetas, una flor de invierno

Las violetas son perfectas para embellecer interiores, el patio o el jardín. Su nombre identifica el color general de la flor, aunque algunas variedades también tienen un color blanco.

Además de ser bellas y muy ornamentales, las violetas desprenden una ligera fragancia. Para cultivar esta planta o si ya tienes una violeta en casa, sigue los consejos que se dan en el artículo.

Tenemos que aprender cómo hay que tratarlas si queremos que sean bellas y exuberantes, qué hacer para que florezcan durante mucho tiempo y cómo en la práctica se puede conseguir que crezcan rápido.

Condiciones climáticas

Empecemos por considerar las necesidades de la violeta, un tipo de planta que requiere mucha agua y humedad, además de vivir a una temperatura cálida. Hay que tener en cuenta que se trata de una flor originaria de zonas más tropicales, por lo que las condiciones climáticas son esenciales para un buen crecimiento.

Riego

Como necesitan mucha agua, es importante que la tierra en la que se planten esté siempre húmeda. Por consiguiente, deben regarse dos o tres veces por semana. Comprobar el contenido de humedad de la tierra con los dedos ayuda.

El riego debe hacerse con agua tibia. Debe evitarse el agua fría, ya que puede provocar manchas oscuras en las hojas.

Exposición al sol

La violeta es una planta de interior y exterior, sin embargo, la luz solar directa no es muy aconsejable, aunque es necesario que reciban algo de luz para que florezcan con fuerza, de lo contrario sus flores serán muy débiles.

Lo ideal es mantenerlos en zonas sombreadas, pero no frescas, sino cálidas y parcialmente expuestas a la luz. Recuerda: demasiada luz puede hacer que la flor se marchite o incluso se queme. Esto puede apreciarse observando sus hojas con un tinte amarillo.

Un lugar luminoso e ideal en la casa es detrás de una ventana con cortinas, para que no reciba la luz directa del sol que daña las violetas.

El ajo, un fitonutriente ideal para las violetas

También conocidos como fitoquímicos, los fitonutrientes son sustancias químicas de las plantas que les dan color y sabor.

También les protegen de la radiación ultravioleta, les ayudan a combatir las infecciones bacterianas, víricas y fúngicas y les permiten superar el estrés y las tensiones ambientales.

Podemos preparar en casa un fitonutriente eficaz para nuestras violetas utilizando un diente de ajo, útil por sus propiedades antibióticas y antibacterianas.

Para esta solución natural, lo único que tenemos que hacer es limpiar un diente de ajo y pelarle la piel exterior, después de cortarlo en trozos pequeños, colocarlo en un recipiente de cristal junto con un vaso lleno de agua.

Una vez cerrado el tarro lo dejaremos reposar toda la noche, esta cantidad será suficiente para 3 o 4 plantones. Sin embargo, no debe dejarse más de una noche, para no sobrecargarla demasiado, pues se correría el riesgo de dañar la planta.

Por la mañana, esta solución debe filtrarse y el clavo reutilizarse de nuevo para otras plántulas. Con esta agua enriquecida con ajo procedemos a rociar la tierra de las violetas con una cucharilla, teniendo mucho cuidado de no mojar tanto las hojas como las flores.

También podemos verter esta solución en un platillo grande y colocar las plantas sobre él, que absorberán el agua enriquecida con minerales y sustancias valiosas para las violetas.

Las violetas con este producto natural no sólo crecen floreciendo más rápido, sino también sanas con sus hermosas hojas de color verde oscuro.

Hay que recordar que la tierra para las violetas debe ser blanda, no dura, por lo que debemos añadir turba a la tierra cuando las replantemos.